¡Fuera Traumas!

La
palabra trauma deriva del griego y significa «herida». El
trauma es una «herida psicológica» que puede ser provocada
por variadas situaciones.
Normalmente
asociamos los traumas a problemas originados por grandes desastres
naturales o a aquellos relacionados con guerras, accidentes…; pero también existen otra categoría de traumas cuyo origen esta
relacionado con otros hechos aparentemente de menor importancia como
situaciones en las que nos hemos sentido desprotegidos o humillados,
etc.
Las experiencias vitales traumáticas afectan a cada persona de forma diferente según su historia personal y entorno afectivo, pudiendo
causar problemas de salud, depresión, ansiedad, fobias…
Por suerte, para abordar
los traumas, contamos con una terapia muy novedosa y de gran
relevancia que esta demostrando ser el tratamiento indicado para
«curar» nuestras «heridas psicológicas». Se
trata del EMDR, Desensibilización
y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares, desarrollado en 1987
por la psicóloga Norteamericana Francine Shapiro.
El
EMDR se basa en los propios mecanismos que ya posee nuestro organismo
para sanar y en como nuestro cerebro procesa la información que
constantemente estamos recibiendo del exterior. La función del
terapeuta consiste en estimular esos mecanismos mediante lo que se
conoce como estimulación bilateral y en acompañar y guiar al
paciente en el proceso.
Desde
esta perspectiva se trabaja con los recuerdos más perturbadores del
paciente, los que le generan dolor emocional, de manera que estos
puedan perder su poder de generar dolor y ser sustituidos por otros
pensamientos adaptativos que sean funcionales y mejoren nuestra vida.
De
manera muy gráfica el trabajo con EMDR sería como si nuestra mente
fuera un armario, en ese armario tenemos colocada nuestra ropa
(recuerdos) y en un cajón en el fondo, guardamos la ropa sucia
(recuerdos perturbadores), esa ropa hará que al final acabe oliendo
mal todo el armario, lo que haríamos sería lavar esa ropa y
volverla a colocar, de manera que ya no huela mal. Si este fuera
nuestro cerebro cogeríamos los recuerdos negativos y los
«procesaríamos» de manera que dejaran de producir malestar.
El recuerdo continuaría existiendo, pero ya no nos haría sentir mal
nunca más.
Esta
herramienta terapéutica nos permite
centrarnos no solo en el síntoma actual del paciente, sino también
en el origen del problema, lo cual es un mejor predictor de la
recuperación y de un indice menor de recaídas.
Si
deseas mas información sobre esta orientación terapéutica puedes
consultar la web de la Asociación Española de EMDR,
www.emdr-es.org,
donde también encontraras un listado de terapeutas de toda España.

En el siguiente enlace puedes ver un video muy interesante sobre esta orientación terapeútica.
http://www.dailymotion.com/video/xmn8c4_emdr-terapia-de-recuerdos-traumaticos_school

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