Psicología Perinatal: Cuándo, cómo, por qué?

La psicología perinatal aborda todo el proceso de maternidad, desde el momento vital en que te planteas la búsqueda del embarazo hasta los primeros años de vida del bebé.

No todas las madres, tienen la misma experiencia de maternidad, en ocasiones la vivencia es dulce y el cóctel hormonal del posparto protege a la diada con sentimientos de conexión y plenitud, pero para muchas otras mujeres es un momento realmente duro que se vive con la angustia añadida de que este debería ser un momento feliz y el no sentirse así, provoca sentimientos de culpa y de ser madres inadecuadas.

Los psicólogos perinatales, acompañamos, apoyamos e intervenimos con la mamá o familia, desde una perspectiva salutogénica; nuestra primera área de intervención es la  prevención de problemas psicológicos relacionados con la maternidad, centrándonos en promover conductas saludables y empoderar a la futura mamá.

Nuestro papel ocupa un lugar claramente diferenciado del que realizan en este proceso el/la obstetra o el/la matrón/a, cuyo insustituible trabajo está orientado a los cuidados físicos de la madre, así como a la prevención y diagnóstico de posibles patologías del feto y la madre. El área de intervención del psicólogo
perinatal se centra en fomentar el bienestar emocional y el vínculo prenatal, promoviendo los recursos y capacidades de la propia madre.

Partiendo de esa premisa acompañamos en los aspectos emocionales relacionados con el proceso médico de las técnicas de reproducción asistida, en perdida y duelo gestacional o perinatal, así como en el embarazo después de una pérdida que suele estar relacionado con ansiedad clínicamente significativa, siendo este un embarazo especial que necesita de un apoyo emocional adecuado para afrontar algunas dificultades como el miedo a una nueva pérdida, a vincular con el bebé o como lidiar con los sentimientos ambivalentes de tristeza por el bebé que se fue y alegría por la nueva vida que se espera.

En casos de psicopatología durante el embarazo, como trastornos obsesivos, enfermedad mental crónica, traumas tempranos, etc, valoramos la idoneidad de intervención atendiendo al tipo de problema y al momento gestacional en que se encuentra la madre, optando por estrategias de estabilización emocional e instalación de recursos positivos de cara a la maternidad o abordando de lleno el problema.  Ayudando también ante el miedo al parto, dotando a la mujer de estrategias psicológicas que fomenten su confianza.

Tras el nacimiento del bebé intervenimos cuando se dan problemas de estrés postraumático relacionado con parto o cesárea traumáticos, en depresión posparto, cuando existen dificultades para adaptarse a la nueva situación familiar favoreciendo el cambio de rol de hombre/mujer a padre/madre, apoyando a la recién estrenada mamá cuando algún problema emocional dificulta el establecimiento del vínculo o se han dado situaciones de prematuridad y separación y es necesario repararlo, y ante la culpa que aparece cuando no ha sido posible establecer/mantener la lactancia materna, aportando pautas de crianza que promuevan el apego seguro.

 

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