Sobre la nueva normalidad

La nueva normalidad…

Venimos de meses de confinamiento.

Hemos atravesado mareas de emociones diferentes.

Viviendo o viendo vivir la enfermedad y la muerte.

Con el miedo al contagio y la muerte, propia o de alguien cercano.

De duelos sin despedidas.

De un estado emocional a otro.

Del “esto es pasajero”, “serán unos días” a la incertidumbre sin fecha límite.

De la calma a la frustración, de la indefensión a la calma, transitando de una emoción a otra, manteniéndonos a flote.

Del “qué será de mi negocio, de mi trabajo”, al “esto es lo que hay que hacer”.

De la desesperación a la calma, del miedo a la calma, de la resignación a la costumbre, porque a todo se adapta uno.

Incluso hemos descubierto cosas en estos días inciertos.

Hemos tenido la oportunidad de estar solos con nosotros mismos, de mirar a dentro, de conocernos más, un viaje insoportable para algunos y enriquecedor para otros.

Hemos parado y esto ha sido bueno para algunos que han descubierto que necesitaban parar, que hacía mucho que no se escuchaban, que no escuchaban sus necesidades, ni a su propio cuerpo.

Hemos estado con los nuestros y hemos convivido con mayúsculas, con intensidad, abordando conflictos familiares y acercándonos o alejándonos definitivamente.

Hemos compartido espacios y los hemos reinventado: hogar, trabajo, juegos, ocio, escuela, privacidad y reuniones sociales online, todo en casa.

Hemos lidiado con nuestros hijos y sus emociones, nos han sorprendido con su capacidad de adaptación y aceptación, con su paciencia, pero también han surgido los miedos, los terrores nocturnos, las pesadillas y la ansiedad, expresadas de mil maneras distintas y nos han exigido estar disponibles en medio del propio caos emocional, resolver para resolver, cuidarnos para cuidar.

Hemos soñado con la vuelta a la normalidad, con los reencuentros, la cercanía, los abrazos, los besos, las fiestas, las reuniones familiares, los amigos…

Y ahora nos encontramos con esto, que llamamos “nueva normalidad”, que nos costará normalizar. Donde la incertidumbre no cesa y cada salida al exterior parece un examen continuo, donde la distancia sigue marcando nuestras relaciones y las normas de convivencia son ambiguas, donde cada opción nos lleva a plantearnos un sinfín de cuestiones e “y sis…”, donde más que “nueva normalidad” vivimos en una “nueva anormalidad” que no tiene pinta de ir a marcharse mañana.

Aunque en realidad de normalidad a anormalidad solo vaya una “a”.

Donde para unos importa la salud, para otros lo más importante es la economía y para otros simplemente cubrir sus necesidades básicas. Y donde todos podemos perder, como siempre, porque todo esto (enfermedad, muerte, sufrimiento…) siempre ha estado ahí, formando parte de la vida, aunque no nos lo mostraran en los medios de comunicación al minuto.

Ahora más sensibilizados, puede que más asustados, pero las reglas de la vida no han cambiado; solo nos piden realizar una serie de modificaciones para adaptarnos a la nueva situación y maximizar nuestra seguridad (distancia social, higiene frecuente, uso mascarilla)  como si introdujéramos nuevos elementos en el juego y hace falta paciencia porque los cambios requieren tiempo, comprensión porque cada uno tiene una historia detrás y poner mucho amor y cariño en cada mirada.

Ahora que la mirada habla.

 

 

 

2 comentarios en «Sobre la nueva normalidad»

  1. Muchas gracias Cristina por tú reflexión. Parece que nadie habla de cómo se siente y lo raro que se hace volver a la vida, normal?. Nadie estaba preparado para esto y si, algunos hemos salido reforzados pero con la continua pregunta de que pasará con nuestras vidas, nuestros trabajos a partir de ahora.

    1. Gracias a ti Sonia, por dedicar un poquito de tu tiempo a leerme y dejar tu comentario.
      Ojala normalicemos hablar de como nos sentimos, expresar nuestros miedos y preocupaciones en este momento nos acerca, seguro que muchas personas se plantean las mismas cosas porque nunca antes algo así había sucedido y todavía hay muchas preguntas sin respuesta y no sabemos cuando llegaran. Espero que pronto, en forma de vacuna, tratamientos y soluciones. Un abrazo.

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