¿Te preocupa la idea de tener una enfermedad concreta?, ¿visitas mucho al medico o no vas nunca por temor a que te diagnostiquen alguna patología?, ¿buscas información en Internet sobre tus síntomas?, ¿te examinas el cuerpo en busca de algún signo de enfermedad?, ¿pides a los demás que te aseguren que tus síntomas no indican un problema de salud grave?…si es así, podrías estar sufriendo un trastorno de ansiedad por la salud que conocemos como Hipocondría.
La Hipocondría es un trastorno emocional que viene definido por las siguientes características: preocupación excesiva por la salud. si existe una patología esta es insuficiente para justificar la ansiedad. atención selectiva a los cambios que se producen en nuestro cuerpo, interpretación negativa de signos corporales y síntomas, no creencia en la información médica. búsqueda persistente de información reasegurativa y chequeo del estado del cuerpo.
El origen de este problema esta relacionado con la experiencia de enfermedad propia o de alguien cercano, en ocasiones con la ocurrencia de algún error médico que tuvo graves consecuencias y con la percepción e interpretación que hacemos de nuestros propios síntomas y sensaciones, también podemos aprenderlo viendo a otro sufrir el problema al reproducir patrones de conducta (tener una madre, un padre o una abuela hipocondríaca, por ejemplo).
Estas experiencias previas nos hacen vulnerables a sufrir este tipo de trastorno, contribuyen a la formación de creencias disfuncionales entorno a la salud y estas se pueden activar ante un acontecimiento concreto, desencadenando pensamientos negativos e involuntarios sobre nuestra
propia salud que generen un malestar significativo.
Cuando nos encontramos ante determinadas situaciones como que alguien nos hable de alguna enfermedad, ir al hospital, ver un programa de televisión sobre alguna enfermedad o ante la experiencia de una sensación física para la que no tenemos explicación, nuestras creencias sobre
la posibilidad de estar sufriendo una enfermedad se activan, entonces nuestro sistema de alarma innato se dispara produciendo un aumento de la activación corporal, pueden aparecer síntomas relacionados con la ansiedad como taquicardia, pinchazos, dolor en el pecho, mareos, sudoración, temblor, nauseas, etc… que podemos confundir con los síntomas propios de la enfermedad que nos preocupa, en ocasiones las personas con este problema pueden tener ataques de ansiedad, problemas de sueño, depresión.
¿Por qué vivir con miedo? Vivir con el temor a algo que es poco probable que llegue a suceder, nos impide disfrutar del momento; puede que vivamos toda una vida preocupándonos por algo que nunca suceda, y si en el futuro nuestras peores pesadillas se hicieran realidad pues ya nos preocuparíamos entonces de buscar las soluciones que fueran necesarias, pero no antes. Normalmente las cosas que anticipamos suelen ser peores en nuestra imaginación que cuando las experimentamos en realidad. Deshazte de tus miedos y si es necesario busca el apoyo profesional que te ayude a superarlos!