Problemas de sueño

El
sueño es fundamental para preservar la salud y la vitalidad del
cuerpo y la mente, ya que durante este se producen cambios
hormonales, bioquímicos, metabólicos y de temperatura corporal,
imprescindibles para un buen sueño y un correcto funcionamiento
diurno.
El
sueño es una necesidad fisiológica tan esencial para la
supervivencia como el hambre o la sed, está demostrado
científicamente que si una persona no durmiera nada, moriría en un
plazo no superior a siete días, por ese motivo es tan importante
cuidar nuestro descanso.
Mientras
dormimos el sueño pasa por cinco fases que se diferencian unas de
otras, principalmente, por los cambios que se van produciendo en
nuestro organismo, por su duración y el tipo de ondas cerebrales que
se producen en cada una de ellas; sin duda la fase más conocida de
todas es la que se denomina fase REM que es aquella donde se producen
los sueños…y las pesadillas. Se ha comprobado que si una persona
se despierta durante esta fase, podrá recordar lo que estaba
soñando. Un ciclo completo de sueño puede durar entre 90 y 120
minutos, repitiéndose cuatro o cinco veces por noche y variando la
duración de cada fase. Para un descanso adecuado debemos dormir
entre 6-10 horas, aunque esto también cambia con la edad.
Los
problemas de sueño pueden tener causas físicas o psicológicas y a
este nivel suele estar relacionado con diferentes trastornos
emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Lo
primero que debemos revisar si tenemos problemas para dormir son
nuestros hábitos a la hora de descansar; porque, en ocasiones, estos
problemas son fruto de una mala higiene del sueño, siendo
recomendable establecer una rutina y modificar algunas conductas para
lograr una mayor calidad del mismo, como por ejemplo:
  • Tener
    un horario establecido para acostarse y levantarse.
  • Procurar
    no dormir durante el día.
  • Acondicionar
    nuestra habitación de manera que predisponga al sueño.
  • No
    utilizar la cama para realizar otras actividades (comer, estudiar,
    ver TV…)
  • No
    consumir bebidas que contengan cafeína u otros excitantes, al
    menos seis horas antes de acostarse.
  • No
    beber alcohol desde primeras horas de la tarde.
  • No
    fumar al menos dos horas antes de ir a la cama.
  • Evitar hacer
    ejercicio intenso al menos dos horas antes de dormir.
  • Ingerir
    una cena moderada.
  • Dedicar
    las últimas horas antes de meterse en la cama, a actividades
    relajantes y que no exijan una importante actividad intelectual.

 Si
tus hábitos de sueño son adecuados y aun así persisten los
problemas para dormir, consulta a tu médico u otro profesional de la
salud para que puedan ayudarte a resolverlo. Recuerda que dormir bien
es de vital importancia.

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